21/03/2019  Desde la implementación del nuevo Sistema Penal Acusatorio la cantidad de audiencias que se tramitan en el Ministerio Público de la Defensa incrementó de manera progresiva, motivo por el cual se dispuso la creación de nuevas defensorías penales de 8°,9° y 10° nominación, con el objetivo de lograr mayor eficiencia y celeridad en la atención y resolución de conflictos de las personas requirentes de justicia.

Las mismas se encuentran a cargo de los defensores oficiales Dr. Diego Ariel Mulki, Dra. María Carolina Neder y Dr. Ignacio Rojo Costa, respectivamente, los cuales manifestaron su acuerdo en cuanto a la necesidad de adecuar la estructura y el funcionamiento de la Defensa Pública a las exigencias de este nuevo Sistema Penal Acusatorio. Al respecto, los mismos señalaron que la aplicación de este nuevo paradigma plantea que el rol del defensor público debe ser llevado adelante de manera más proactiva que antes, enfocado en  la protección y defensa de los derechos de las personas, en  especial de  quienes  se  encuentran  en condiciones de vulnerabilidad o sufriendo discriminaciones estructurales.

 “La Defensa Pública responde a una vocación de servicio, buscamos dar respuestas y procurar que las personas se vayan con una solución lo más inmediata posible”, manifestó el Dr. Rojo, aludiendo a la distribución de trabajo en las defensorías; la cual es ahora más equitativa, ya que la carga de las causas se encuentra distribuida en diez  Defensorías Públicas, evidenciando una mejoría en la calidad de la asistencia a las personas, en una Defensa más comprometida, con abordaje estratégico de los casos, actuación conjunta y capacitación e intercambio de experiencias entre los miembros del MPD. Al respecto, el Dr. Mulki indicó que “Independientemente de nuestro trabajo interno, no dejamos de ser una unidad y trabajamos en conjunto”.

Además la Dra. Neder señaló “El equipo interdisciplinario de Psicólogas y Trabajadoras Sociales hace posible la investigación e instrucción de la causa, de generar nuestros propios legajos y evidencias, aprovechamos al máximo esa posibilidad”, indicando que el trabajo que se realiza en las defensorías posee una perspectiva integral de cada caso.

El trabajo de la Defensa, es ahora, no sólo un derecho subjetivo inviolable del imputado, sino también una garantía objetiva para que el sistema judicial asegure un justo proceso legal.