Conferencia “El Concepto de Sociedad y Estado Democrático y los Derechos Humanos”
19/04/2018 En el marco de las Jornadas Latinoamericanas de Derechos Humanos y Humanitario, esta mañana dio inicio el segundo día de actividades, en la que se ofreció la mesa panel titulada “El Concepto de Sociedad y Estado Democrático y los Derechos Humanos”, a cargo del Dr. Eduardo José Llugdar.
La exposición se basó en un recorrido por los distintos autores que abordan la relación de estado democrático- derechos fundamentales o derechos humanos, y los correspondientes aportes que realiza cada uno en estas materias.
Entre los autores citados, se nombró a Luigi Ferrajoli el cual se refiere a los cambios operados en el siglo XX, sobre el paradigma democrático y ofrece un recorrido por la historia del concepto de Dignidad y Derechos Humanos.
Otro de los autores abordados durante la exposición, fue John Rawls, el cual aporta desde una perspectiva post-liberal un constructivismo democrático al cual denomina “principio de prioridad” con la idea de superar las bases del utilitarismo del liberalismo económico, que al no tener contenidos equitativos lleva a resultados injustos.
A lo largo de la disertación se plantearon diversos conceptos que permitieron la construcción de una reflexión final, la cual sostiene que los Derechos Humanos en un Estado de Derecho Constitucional y Convencional más que legal, son el componente que los Estados no pueden prescindir bajo ningún punto de vista ni tampoco pueden estar interpretados o adecuados a lo que es un punto de vista concreto de un determinado interés, sino que tiene que respetar los estándares que se han ido fijando a lo largo de la construcción que ha realizado progresivamente el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, por lo que, por más que lo esgriman algunos Tribunales Domésticos de la Región, la doctrina del Margen de Apreciación Nacional no es de aplicación en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, sino que debe aplicarse la del Control de Convencionalidad, dejando de lado falsas alegaciones de una pesada soberanía jurídica.
Finalizando que los Derechos Humanos no son el patrimonio de un país determinado, sino son el patrimonio de toda la humanidad.